top of page

Fiebre: tratar el malestar, y no la temperatura.

  • Foto del escritor: Mario Barrantes
    Mario Barrantes
  • 25 jul 2023
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 15 ago 2023


Termómetro mostrando fiebre

Cuando un niño presenta fiebre, muchos padres se preocupan por disminuirla por

cualquier medio posible, paños húmedos, baños fríos, etc. Sin embargo, no es por sí misma peligrosa para los niños, sino que constituye un mecanismo de defensa fundamental contra las infecciones, es por esto que, sí los niños se encuentran bien, no se recomienda buscar medios para disminuir la fiebre.


Efectivamente, la fiebre nos ayuda a activar los mecanismos de defensa de nuestro organismo. Cuando aparece la fiebre, mejoran las defensas inmunitarias y la movilidad de los leucocitos, se producen productos más tóxicos para las bacterias. No daña las neuronas ni nada más, y las complicaciones, si las hay, se deben a la causa de la fiebre, no a la fiebre en sí. Se deben utilizar medicamentos antitérmicos sólo si se siente molestias o dolor.


El grado de fiebre o la respuesta al tratamiento no nos dice la gravedad de la infección ni si es causada por virus o bacterias. Cuando los niños tienen fiebre, lo recomendado es una hidratación adecuada y no cubrir o desvestirlos demasiado. Los remedios tradicionales, como poner a los niños en agua fría o templada, tampoco son una buena idea, ya que en lugar de favorecer el bienestar del niño, fomentan el malestar. Y cuando funcionan es muy transitorio. Incluso prácticas menos habituales en otras culturas, como el alcohol isopropílico, son peligrosos porque queman mucho e irritan la piel; y también se puede absorber el alcohol a través de la misma, lo que puede causar una intoxicación. A veces se vistes demasiado, y es más difícil perder calor con varias camisetas.


Niña en lugar ventilado



Lo recomendado es que el niño esté con ropa mínima, en un área fresca y bien ventilada, y bebiendo líquidos.






¿Y desde qué temperatura sí es un problema? Las temperaturas superiores a 41°C o 42°C son más peligrosas, especialmente si duran mucho tiempo. Si el niño tiene mal color, la piel pálida, manchada, cuando aparecen manchas en la piel que no desaparecen con la presión; si se le hinchan los párpados o los labios; si tiene problemas respiratorios; si se siente mareado, no responde a estímulos, está irritable, somnoliento o tiene convulsiones; En tales casos, deben acudir a la sala de emergencias de inmediato.


Otra cosa que preocupa mucho a los padres son las convulsiones por fiebre. Un pequeño grupo de bebés y niños pequeños (alrededor del 4 %) están genéticamente predispuestos a las convulsiones febriles. Pero bajarles la fiebre no impedirá que la convulsión suceda. Aunque siempre se recomienda la valoración del niño tras una convulsión febril, la mayoría de las veces no hay que hacer nada, solo duran unos segundos. Desaparecen con la edad, porque el cerebro madura y no hace falta tomar medicamentos para prevenirlas.



Comments


Foto del Dr.Barrantes

© 2023 Dr. Mario Barrantes

bottom of page