¿Cuál es el impacto de evaluar la salud oftálmica de nuestros niños y niñas en edad escolar?

Estimados editores:

Cuidar la salud oftálmica (visual) desde la niñez beneficia su desempeño estudiantil y permite la detección temprana de patologías oculares.

Dificultades al leer un libro, al momento de mirar la pizarra desde ciertas distancias, e incluso déficit de atención y concentración que desencadenan en un bajo rendimiento, son solo algunas de las varias consecuencias que podrían generarse ante la falta de una revisión adecuada de la salud oftálmica de niños y niñas en edades escolares.

Cifras oficiales a nivel global indican que 165 millones de los niños tienen miopía en la actualidad y se estima que pueden llegar a 275 millones para el 2050.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo existen 7.5 millones de niños en edad escolar portadores de algún tipo de deficiencia visual y solo el 25% presenta síntomas. En contraste, se calcula que los niños y niñas que usan anteojos recetados tienen 44% menos en salud oftálmica posibilidades de reprobar el curso lectivo.

Todas estas cifras determinan la importancia de efectuar una evaluación y detección temprana de las patologías oculares, mediante una valoración oportuna de la salud oftálmica.

El proceso de aprendizaje se realiza más fácilmente si los dos ojos se emplean de forma eficiente, permitiendo al cerebro procesar imágenes de manera adecuada.

Por consiguiente, cuando estas habilidades visuales fallan, el procesamiento e interpretación de la información visual pueden ocasionar problemas de aprendizaje.

La visión es mucho más que tener buena vista o agudeza visual perfecta, implica captar la información visual, procesarla, obtener un significado, para poder interpretar y comprender todo lo que se desarrolla alrededor de cada individuo.

El médico oftalmólogo es el especializado y entrenado para cuidar la salud visual Los oftalmólogos infantiles cuentan con el equipamiento y la experiencia necesarios para examinar y tratar la visión de los niños, por lo que resulta indispensable realizar controles oftalmológicos desde edades tempranas.

Es necesario, además, conocer que las patologías oculares pueden ser genéticas, es decir, que se portan desde el nacimiento, o epigenéticas, que corresponden a las que se adquieren por factores como la dieta el lugar de residencia, tratamientos farmacológicos y hábitos no saludables; además, existen patologías multifactoriales.

Sin embargo, existen algunas prácticas que pueden colaborar para mantener la salud oftálmica en niños y niñas:

• Aplicar una alimentación sana, adoptar hábitos saludables, jugar en exteriores, reducir el tiempo de exposición a pantallas.

• Usar anteojos de sol de calidad, así como visores apropiados según algunos deportes que desarrollan, como la natación

• Realizarles controles médicos rutinarios, en caso de tener anteojos prescritos, usarlos según recomendación médica y no colocarles medicación en los ojos sin realizar una consulta al profesional

En conclusión, es importante señalar que el control oftalmológico anual es igual de importante que cualquier otro control médico de rutina; no deben ignorarse las señales que indiquen disminución visual, si queremos garantizar un excelente desempeño educativo en niños y niñas en edades escolares

Dr. Leslie Argüello Cruz

Oftalmólogo Pediátrica y Estrabismo Jefe de Servicio de Oftalmología Hospital Nacional de Niños San José (Costa Rica) larguelloc@cess sa.cr

Dra. Andrea Broseta Giménez Médico oftalmóloga

Hospital Doctor Peset Universidad de Valencia (España)